domingo, 27 de noviembre de 2011

Mosasaurio

(Edición polaca de Mosasaurio, la fecha es errónea)

Mosasaurio es una novela hipotética del género ultranaturalista extremo que cuenta las andanzas de Mosasaurio Fernández Bastida, desde que nace hasta que muere. El libro relata con detalle cada hecho que sucede y cada pensamiento que se le pasa por la cabeza a Mosasaurio, con el fin de crear una persona y no un personaje.
Cuando leemos un libro o vemos una película, sólo conocemos de los personajes lo que el libro o la película nos muestra de ellos. A veces no es necesario saber dónde a nacido un personaje, ni saber cómo se llama su abuela materna, ni tampoco si al final muere o no. Las historias que viven los personajes no son más que segmentos de su vida.

Pero lo que Mosasaurio intenta conseguir es que el protagonista de la novela no sea un personaje más, sino una persona tan real como tú o como yo. Así es como el autor nos narra todo, absolutamente todo, desde el nacimiento de Mosasaurio hasta que muere, ochenta años después, todo visto desde la perspectiva del propio Mosasaurio. Mosasaurio nace, crece, hace amigos, va al instituto, conoce a una chica, a otra, a otra, a otra más, va a la universidad, busca trabajo, lo encuentra, se casa, forma una familia, se divorcia, va a pescar, se vuelve a casar, le pasan todo tipo de cosas, y finalmente, Mosasaurio vive, y Mosasaurio muere.

Mosasaurio es tan real como cualquiera de nosotros. Pensad en algún conocido, alguien que saludéis por la calle, con el que os podáis parar a charlar un poco. No le conocéis a fondo, pero tampoco es un desconocido. Sabéis que esa persona es tan real como vosotros, sabéis que siente con la misma pasión que vosotros, aunque no sepáis lo que sienta, sabéis que piensa, al igual que vosotros, aunque no sepais en lo que piensa, sabéis que tiene familia, que tiene una casa, que tiene amigos, tan reales como vosotros, aunque no sepáis nada de ellos. Esa persona que apenas conocéis es tan real como vosotros mismos, sus alegrías y sus penas tienen el mismo valor que las vuestras, pero no tenéis ni idea de lo que le pasa por la cabeza o por el corazón.
Entonces, ¿por qué Mosasaurio no habría de ser real? De Mosasaurio podemos conocer cada uno de sus más íntimos pensamientos y sus más oscuros secretos. Podemos leer como ama más que a nada a una chica, para doscientas páginas después leer como no quiere ni verla. Podemos conocer a sus padres y a sus hijos. Podemos conocer sus peripecias a lo largo de su vida, podemos conocerlo todo acerca de Mosasaurio, podemos conocerlo como nos conocemos a nosotros mismos. Entonces, ¿qué nos diferencia? ¿Qué hace reales a las personas?
Mosasaurio es tan real como tú. Mosasaurio eres tú, y soy yo. Todos somos Mosasaurio.



La novela está dividida en siete partes:

  1. Nacimiento: Cuenta desde que Mosasaurio nace un día lluvioso de abril hasta que comienza al colegio, con tres años. Aquí se intenta hacer un análisis de la psique de un bebé que no conoce nada y que acaba de descubrirlo todo. Se ve como Mosasaurio se maravilla al descubrir cada rincón de su casa, o incluso de descubrir sus propias manos al final de sus rechonchos bracitos. Se pregunta qué demonios serán esas cosas verdes que cruzan el cielo (si es que sabe lo que es el cielo) cuando está postrado en su carricoche, para descubrir que en realidad son árboles. También experimenta el hambre, la sed, el sueño, el miedo más antiguo de la Humanidad... etc. Esta parte es una etapa de descubrimiento del mundo en su forma más intrínseca. No intenta explicar para qué esta el mundo, sino qué es el propio mundo, el misterio de las sensaciones y el enigma de la comunicación y el lenguaje humano.
  2. Infancia: Aquí Mosasaurio sale de su hogar y se enfrenta por primera vez al mundo. Abarca desde el incio del parvulario hasta que empieza el instituto. Mosasaurio va entendiendo las relaciones humanas, va haciendo amigos y también enemigos. Va descubriendo qué es más o menos la sociedad misma, y preguntándose de la forma más infantil y directa grandes cuestiones del mundo, como qué son los amigos, qué son las relaciones humanas, o incluso qué es el mismo Dios. Con la lógica infantil de "¿y por qué, y por qué y por qué?" acaba dejando sin argumentos a su ultracatólica abuela, y al momento, contemplamos estupefactos como la abuela le hace callar con el clásico "porque sí", y Mosasaurio lo acepta, por el simple hecho de que es su abuela. Dios existe porque lo dice su abuela. Las relaciones con su familia van incrementándose. Sus hermanos son amigos y enemigos a la vez. Sus padres a veces son ogros y otras veces son como sus dioses. A pesar de todo, la familia siempre será la familia.
  3. Adolescencia: Mosasaurio comienza el instituto y todo es distinto. Es un cambio terrible. Si hasta entonces había vivido en el exterior de una forma suave pensada para los niños, ahora se ve obligado a exponerse a la crueldad del mundo adolescente. Empieza a fijarse en las chicas y a encontrar el placer en la masturbación (ya lo había hecho antes, y se había sentido súper extraño). Empieza a entender de una forma más profunda lo que es la amistad y la enemistad, así como el amor. Mosasaurio fuma por primera vez y también se emborracha por primera vez. También se enamora de un par de chicas, y es aquí cuando pierde la virginidad. También tiene problemas con los matones, y en casa. Todo esto se relata de una forma exhaustiva e incluso a veces grotesca, pero es que el mundo en el que vive Mosasaurio es así, exhaustivo y grotesco. Hacia el final, Mosasaurio comienza a tener preocupaciones más existenciales, y se pone a pensar en qué va a hacer después, si va a ir a la universidad o no. Es una etapa muy dura, tal vez la más dura. Mosasaurio no es un niño, pero tampoco es un adulto. Se equivoca, como todos nos equivocamos, pero finalmente, intenta salir adelante como buenamente puede.
  4. Juventud: Mosasaurio comienza la universidad y a su vez, el mundo de los adultos. Cumple 18 años y adquiere una serie de derechos y deberes que abruman. Vota por primera vez y así es como empieza a pensar seriamente en el mundo de la política. Mosasaurio ya es adulto, aunque a veces se sienta como un niño. Todas las sensaciones que sentía en la adolescencia ahora parecen ser mil veces más intensas.  Se va de casa y tiene que vivir en un apartamento cochambroso de Madrid o Barcelona. Comienza tambíén a filosofar (de una forma más profunda) y pasa por todo tipo de ideas, desde tendencias ultraderechistas fascistas hasta un anarquismo filosófico utópico, pasando por dictaduras intelectuales, neocapitalismos y de todo. Mosasaurio va definiéndose como adulto casi sin darse ni cuenta. Empieza a entender el amor de una forma distinta, no sólo como atracción sexual y cierta afinidad mental. Conoce a diversas chicas por las que se desvela, y finalmente experimenta el amor puro y total por una de ellas, Julia. Mosasaurio acaba la Universidad y entonces, es cuando ha de asentar cabeza. Pero no, Mosasaurio, con ideas anarcoindividualistas y anticapitalistas, decide conseguir una furgoneta e ir por el mundo viviendo aventuras. Al principio todo puede ir bien, va con Julia, y el desenfreno es lo único que conoce. Cree que la sociedad está mal planteada y planea vivir una vida que le plazca. Poco a poco, esa sociedad merma su espíritu libertino y, con poco dinero y mucho trecho hecho, decide finalmente sentar cabeza.
  5. Madurez: En la anterior parte, Mosasaurio había estado saliendo con muchas chicas. Hacia el final de su viaje de placer indefinido, encontró a una chica que le comprendía como nunca nadie le había comprendido jamás. Acaba con esa vida de desenfreno que llevaba por ella, porque amarla cada día, levantarse cada mañana a su lado y envejecer cogiéndole de la mano sería el mayor desenfreno que pudiera experimentar nunca. Sería el máximo placer, la felicidad. Así que se casan y viven felices. Mosasaurio encuentra un trabajo y cuando están preparados, toman la gran decisión y tienen un hijo. Mosasaurio ve crecer a su hijo, y tras todo lo que ha vivido, intenta aleccionarle para que no cometa sus mismos errores. A pesar de haber hecho mucho, Mosasaurio aún tiene que aprender. Su hijo comente los mismos errores que él de joven, o incluso más, y la tarea de ser padre se vuelve más complicada. Trágicamente, su madre muere. Ella había sido un consuelo constante, una luz que siempre le había guiado a pesar de todo lo que hubiera hecho mal. Ella le daba fuerzas, y ahora no estaba. Pero Mosasaurio ha de ser fuerte, es un hombre hecho y derecho, y no puede derrumbarse con una familia a la que cuidar. Tras todos estos años, Mosasaurio aprende que la vida es la vida, que la gente muere, y que lo que empieza, acaba. Y así es como acaba su matrimonio. El alcohol hace mella en él y su mujer le deja. Se va con su hijo y Mosasaurio se plantea el suicidio. Todo le ha salido mal. Siempre ha intentado vivir lo mejor que podía, siempre ha intentado salir adelante. El mundo siempre le había parecido extraño y confuso. Se siente como cuando era un bebé y descubría la naturaleza. Mosasaurio no entiende el mundo, y el mundo no le entiende a él. Se cambia de ciudad y hace nuevos amigos. Mosasaurio ha vuelto a empezar la vida. Si antes se había cuestionado el mundo, ahora se cuestiona las relaciones humanas. Es una vuelta al inicio. Entonces, ve a Julia, con quien había acabado mal la relación camino a Tallin. Recuerda entonces muchas cosas y se vuelve a enamorar de ella, pero ella aún está resentida. Tras mucho que sí que no, Julia acaba confesándole que nunca dejó de amarle, y vuelve con él. Si bien no fue la primera, será la última. Se casan y forman una nueva familia. Mosasaurio es mucho más feliz. Es mejor padre y mejor esposo de lo que fue antes, se siente realizado, y los años pasan hasta que finalmente, su hijo se casa. Mosasaurio es feliz.
  6. Vejez: Mosasaurio se jubila, así que decide retirarse a disfrutar del tiempo que le quede junto a Julia. Viven felices por unos años. Hay algunos duros golpes, como la muerte del hermano mayor de Mosasaurio. Se reencuentra con su primera mujer, hablan y acaban dejándolo todo claro. Entonces los achaques de la edad comienzan a debilitar a Mosasaurio y a Julia. Ahora le cuesta mucho más hacer lo que antes hacía sin despeinarse. Entonces Julia muere y todo se derrumba. Mosasaurio ya no quiere vivir. Experimenta entonces la mayor pérdida y la mayor desolación que haya sentido nunca, y llora. Y ver llorar a un anciano es devastador.
  7. Muerte: Mosasaurio ha perdido las ganas de vivir. Ahora sólo le queda amargura en el cuerpo. Ya no siente latir su corazón. Es un muerto viviente. Todo le recuerda a Julia. Le meten en un asilo donde le tratan como un bebé. Odia todo. Sus capacidades mentales empiezan a disminuir. Se vuelve cada vez más senil. Los huesos le duelen siempre, la cabeza le da vueltas, la comida no le sabe a nada. Lo único que siente con pasión es la pérdida de Julia. Desea que llegue la muerte. Es lo único que quiere. En esta parte se profundiza en el dolor más que en ninguna otra parte. Es horrible. Finalmente llega la hora, y en su lecho de muerte, rodeado por sus seres queridos, encuentra la felicidad. Ahora va a ver a Julia. Dejará atrás el mundo que nunca fue capaz de comprender, e irá a por la persona a la que nunca dejó de amar. No cree en Dios ni en la vida más allá de la muerte. Sólo cree en Julia, y con eso le basta. Y un día lluvioso de abril, ochenta años después de que llegase al mundo, Mosasaurio aún no ha comprendido el significado de la vida, y cree que nunca nadie lo comprenderá. La vida no está para entenderla, la vida está para sentira. Y entonces... Mosasaurio muere.

Mosasaurio reflexiona sobre todos los aspectos de la vida humana. Critica la sociedad, la religión, las normas, la política, medita sobre la esencia del ser humano, sobre los sentimientos, los pensamientos y sobre todo, plantea la mayor duda: ¿qué es la vida?
Finalmente, Mosasaurio se vuelve una persona real, con sus penas y alegrías, con su amor y su odio, con sus amigos y enemigos. Mosasaurio es tan real como tú o como yo, porque Mosasaurio eres tú y soy yo, porque todos somos Mosasaurio.

viernes, 18 de noviembre de 2011

La extraña amenaza de los malvados hombres nabo de Marte


La extraña amenaza de los malvados hombres de Marte es una película hipotética de género costumbrista/ciencia ficción que nos plantea una terrible y secreta invasión a escala mundial desde el punto de vista de las pobres gentes de la España profunda del franquismo.

La historia se sitúa en un pasado ucrónico en el que tras la Guerra Civil, España se divide en dos países distintos. Como son cutres, estos dos países se conocen como España de Arriba y España de Abajo, porque están arriba y abajo respectivamente.


En el Norte gobierna Franco, mientras que en el sur gobierna en General Gregorio Cifuentes, un militar amigo del Caudillo, del que poco se sabía. De todas formas, en ambos territorios hay una dictadura, Arriba es franquista, y Abajo, cifuentista, pero las dos son prácticamente lo mismo.

Sólo cambia una cosa, y es que Cifuentes coloca en cada plaza del pueblo de Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía y Murcia un burro. De este burro nadie conoce el cometido, pero ahí está, y quien lo cuestione, le fusilan.

Tras esta situación histórica, comienza la historia, que se divide en tres historias paralelas que se van entrecruzando.

La primera historia trata sobre una pareja de ancianitos, Prudencio y Bernarda que huyen por toda Andalucía de Cabra de Santo Cristo, provincia de Jaén, su pueblo natal, donde, por la noche, toda la población desapareció sin dejar rastro. Poco a poco se van enterando de que la gente de demás pueblos vecinos también va desapareciendo misteriosamente. Esto muestra como la gente rural y sencilla, tranquila y apacible ha de enfrentarse como buenamente puede a lo desconocido y sobrenatural.

La segunda historia trata de una pareja de jóvenes, Agustín y Eugenia, que son los cuidadores del burro de San Basilio, provincia de Córdoba, que casualmente es la capital de España de Abajo y donde reside el propio dictador. A pesar de esto, San Basilio sigue siendo un pueblo recutrón.
Agustín y Eugenia saben que algo raro está pasando. Les llegan rumores de las desapariciones de gente, más allá de Río Cuarto, y los muchachos comienzan a investigar. Ya se puede entrever que Agustín está enamorado de Eugenia.

La tercera historia narra los conflictos internacionales que están teniendo los países debido a la guerra. Aquí ya se entra de lleno en la historia. Los hombres nabo son una amenaza real que planea conquistar la Tierra. Los marcianos quieren el agua del cuerpo de las personas por ser la más rica en un componente especial desconocido por los humanos. Ellos ya han comenzado la invasión en España de Abajo, pero al ser un país tan paupérrimo, nadie se percata. Entra entonces el Jefe Supremo Secreto del Mundo, un hombre que está por encima de cualquier gobernante de cualquier país. Es un hombre misterioso y muy inteligente. Se refieren a él como "el Jefe".
Pero hasta ese dios tiene algo de humano: su hijo está combatiendo en la Guerra Marciana. Esta historia cuenta, por una parte, las decisiones políticas y estratégicas se toman en el gabinete de crisis para luchar contra los invasores de una forma secretapara que no cunda el pánico, a la vez que se muestra, por medio de flashbacks, como el hijo del jefe se alista en el Ejército Espacial para combatir la amenaza. Se muestran entonces las penurias de la Guerra Marciana, con épicas escenas de lucha, de drama, de muerte, compañerismo y amistad. Se ve como la falta de aire y la muerte acechando desde cualquier cráter acaba por destruir la cordura de cualquier hombre.


La noche antes de la Fiesta de la Alfalfa, Agustín está a punto de confesarle su amor a Eugenia, en el establo del burro, antes de volver a casa. Entonces, la furgoneta de la pareja de ancianos se estrella contra dicho establo cortándole el rollo a la joven pareja. Eugenia, que es la que está más metida en el tema conspiratorio, es embaucada al momento por las teorías de Prudencio y Bernarda. Se ponen a hablar y tienen por seguro que el meollo de la cuestión está en el mismísimo Gregorio Cifuentes, dictador de España de Abajo.

Al día siguiente, durante la fiesta de la Alfalfa, que se celebra todos los años en San Basilio, Agustín, Eugenia, Prudencio y Bernarda deciden poner su plan en marcha. Es perfecto: Cifuentes estará todo el día fuera presidiendo los festejos y su despacho quedará desocupado para investigar a sus anchas. Traman un elaborado plan con algún baile con distracción y se cuelan en el despacho de Cifuentes. Allí descubren la terrible verdad. Cifuentes no es sino una marioneta de los hombres nabo de Marte. Gracias a él todo el plan de invasión se está llevando a cabo. Pero entonces... dos hombres nabo se teletransportan al despacho y raptan a Agustín y Eugenia.

Reaparecen en Marte. Los pobres muchachos creen que van a morir, para descubrir, sorprendidos, que sus secuestradores no son sino rebeldes que quieren acabar con el régimen totalitario que oprime al pueblo de los hombres nabo y que continúa una guerra absurda que solo trae muerte y destrucción. Aprenden que los hombres nabo no son criaturas horribles que sólo quieren agua humana, sino que tienen una gran cultura e historia, y que al igual que los humanos, son oprimidos por un gobierno dictatorial y ansían la libertad. Entonces, se unen a ellos para acabar con el gobierno totalitario de los hombres nabo opresores.

Se disfrazan de hombres nabo y se cuelan en el despacho del máximo líder de los hombres nabo. Entre medias, Agustín suelta un chiste sobre la burocracia e ir de despacho en despacho, el toque más cómico de toda la película. Les descubren, y tras una brillante escena de acción por todo el Palacio Real Marciano, luchando contra los opresores, explotando todo lo que pillan y haciendo cosas de rebeldes, llegan ante el Líder.

El plan de los hombres nabo rebeldes es muy sencillo: destruir al Líder y a su Máquina del Pensamiento, que controla la mente de todos los hombres nabo que luchan en la guerra, allá fuera. Además, la Máquina de Pensamiento controla las ondas de control mental y teletransporte que emiten los burros de los pueblos de España de Abajo. Rohk Fhuthung, el líder de los rebeldes, les dice a Agustín y a Eugenia que en Marte, el contacto entre salivas humanas genera una explosión equivalente a diez bombas atómicas; han de besarse para salvar al mundo.

Mientras tanto, Gregorio Cifuentes ha vuelto al despacho, se revela como hombre nabo que es y está a punto de matar a Prudencio y Bernarda. En las llanuras del Mar de la Tranquilidad, en Marte, el hijo del Jefe está en las últimas. Todo su pelotón ha muerto y él es el último. Apenas le queda fuerza y cientos de hombres nabos le rodean. Sólo un beso y todo habrá acabado.

Así que allí están, en Marte, frente al Líder de los hombres nabo que planea conquistar la Tierra, y lo único que han de hacer es besarse y morir. Así que, en un acto de valentía y amor infinito, Agustín le confiesa sus sentimientos a Eugenia. Eugenia también le ama. Así que aceptan su destino y se besan.

Todo explota. Todos mueren. Rohk Fhuthung, el Líder, la Máquina del Pensamiento. Todo explota y todos mueren. Todos excepto Agustín y Eugenia. Aunque sus cuerpos hayan sido evaporados, a pesar de que sus cerebros y sus corazones sean ahora átomos dispersos en un cráter humeante, jamás habrán muerto. Su amor se ha sellado para siempre en aquel beso. Ahora son inmortales, se amarán por siempre sin necesidad de existir, pues el propio amor es su existencia.

Los hombres nabo de la guerra entran en razon y huyen ante la victoriosa ofensiva humana. Gregorio Cifuentes explota, al igual que todos los burros de control mental de España de Abajo, salvándose así Prudencio y Bernarda, y todos los habitantes de la Tierra. El Jefe celebra la victoria, que nunca ha sabido tan dulce. Después, los sucesores de Rohk Fhuthung tomarían el poder en Marte, haciendo de su gobierno un gobierno democrático donde todos fueran felices. Fabricarían su propia agua y vivirían en paz y armonía con la Tierra.

Habían salvado el mundo con un beso. Tan sólo con un beso.



En general, el mensaje de la película es claramente pacifista y liberal: la violencia sólo engendra violencia. Los totalitarismos sólo crean la guerra, que sólo crea la muerte y la destrucción.
Mientras todo explota, sólo el amor prevalece; haz el amor y no la guerra, tronco.